Canteros de Olite: las marcas del Palacio Real
N o cabe duda de que Navarra es una tierra con numerosos atractivos, tanto naturales como artísticos y culturales, de cuya preeminencia tenemos buena prueba a todo lo largo y ancho de su territorio, y a todos satisface, sea cual sea el sentido de su gusto y preferencia. Una tierra forjada, también es cierto, a sangre y fuego en determinados periodos históricos; periodos que conforman, no obstante, apasionantes episodios de una épica autóctona que ha arrastrado consigo, entre otras cosas, numerosos enigmas y misterios, cuya resolución constituye un auténtico reto para el investigador actual. S i fascinante es cualquiera de las Edades del Hombre , posiblemente sea esa, en ocasiones mal comprendida Edad Media, la que mejor ha sabido transmitir una cosmogonía mágico-artístico-espiritual que, abarcando numerosas disciplinas, ha conseguido relegar, en el ámbito del Arte, una experiencia simbólica capaz de desafiar, con su generalizado hermetismo, cualquier intento por acceder al génesis de u...