Los enigmáticos contorsionistas de la iglesia de la Virgen del Val

U no de los elementos más importantes de la Arquitectura Sagrada, y de hecho, receptor de una gran fuerza místico-simbólica, que no parece que tengamos muy en cuenta hoy en día, pero que antiguamente tenía una importancia manifiesta, era aquél rito que hacía referencia al cruce del umbral y los guardianes que lo custodian (1). El umbral, como es natural, se localiza allí donde se sitúa la entrada al templo, siendo, por tanto, uno de los elementos más relevantes e interesantes de estudio, los pórticos de acceso a los mismos. Seguramente por ello, éstos suelen ser, o mejor dicho, suelen contener una riqueza, tanto ornamental como simbólica, rica y variada, no exenta, en muchas ocasiones, de una desconcertante idiosincrasia, que se convierte, desde luego, en una mano abierta al inconmensurable universo de la especulación. Los guardianes, por su parte, suelen ser animales de aspecto feroz o terribles monstruos basados, probablemente, en ese demonio Asmodeo que custodiaba el insuperable ...