Dejando huellas en la Piedra

[Iglesia de San Miguel Arcángel: Caltójar, Soria]
Se puede afirmar, con el relativismo que otorga siempre lo hipotético, que las marcas de cantería no son exclusivas de una civilización, de una cultura o de una época determinadas, sino que, de hecho, se han venido utilizando desde la más remota Antigüedad, hasta tiempos relativamente modernos. Buena prueba de ello, la tenemos, por ejemplo, en las famosas porcelanas de la Real Fábrica del Buen Retiro de Madrid, siglos XVII-XVIII (1), en las que los distintos artesanos firmaban sus obras con marcas o símbolos a veces tan escogidos y en principio tan extraños y esotéricos para el mundo en general, como aquellos otros que utilizaban las hermandades compañeriles en la gran mayoría de edificios románicos y góticos que, sin ir más lejos -y aún así, ya es más que suficiente- jalonan nuestra geografía peninsular.


[Monasterio de Santa María de Huerta, Soria]
Otro detalle significativo, que podría resultar de interés, también, serían los curiosos símbolos utilizados por las ganaderías taurinas para indicar la posesión y procedencia de sus animales, que en principio, y es de suponer que casualmente, mientras no se demuestre lo contrario, guardan cierto parecido con algunas marcas medievales, e incluso, apurando, con algunos símbolos astrológicos, cuando no también de índole alquímica.

[Marcas de cantería árabes: Mezquita de Córdoba]
No obstante, remontándonos mucho más en el tiempo, merece especial mención, para variar, y a modo ilustrativo, el descubrimiento, en una cantera de Assuán, Egipto, de bloques de piedra que aún conservaban las marcas de cantería de los obreros que trabajaron allí hace miles de años. Estas marcas consistían, principalmente, en figuras de animales, destacando, entre otras, las figuras del ibis y del delfín, definiendo éste último, según las especulaciones de los expertos, un posible origen del cantero o canteros en cuestión, localizado, a priori, en las islas griegas. Los egiptólogos coinciden en señalar, no obstante, que dichas marcas identificaban, así mismo, a las cuadrillas de trabajadores, hasta el punto de que éstas, que llevaban nombres de cierta relevancia para su identificación, como, por ejemplo, Cuadrilla de Horus, competían entre sí para ver qué cuadrilla avanzaba más y mejor.


[Castillo de Montalbán: la Puebla de Montalbán, Toledo]
Eso, por no mencionar esa herencia de la Edad de Piedra, que constituyen los petroglifos diseminados no sólo por toda Europa, cuyos símbolos -y a falta de una oportuna Piedra de Rosseta- están todavía lejos de haber sido descifrados, y no parece que se hayan hecho significativos avances en su interpretación, hasta el día de hoy.
Por estos detalles, y algunos otros, se puede decir que las marcas de cantería no son, en absoluto, un detalle exclusivo de las hermandades de Compagnons europeas, como se pueda suponer a priori, sino que también, aparte de existir en el mundo musulmán -como demuestra, por poner un ejemplo cercano, la gran cantidad de ellas expuestas en la Mezquita de Córdoba- suponen no sólo un reto para el investigador sino también un apasionante buceo en los mares más profundos de la Historia, en busca de la fuente original de la que manó el concepto del trabajo sagrado, y sus posteriores transformaciones en acepciones como Conocimiento y Secreto.
[Casona de época: La Cerca, Burgos]

Además, y contrariamente a lo que se pueda suponer, tampoco resultan exclusivas de templos, ermitas, santuarios o cualquier otro tipo de edificaciones religiosas en general, sino que se localizan -en menor medida, desde luego, pero no en interés- en castillos e incluso en edificios particulares de época. Téngase en cuenta, como ejemplo significativo del primero, el castillo de Montalbán, situado en la localidad toledana de la Puebla de Montalbán -a escasos dos o tres kms. de la ermita visigoda de Santa María de Melque, y a similar distancia de una zona megalítica-, y como ejemplo ilustrativo y a valorar en el segundo, los símbolos que se encuentran labrados en la fachada de una casona particular, situada en la localidad burgalesa de La Cerca, entre los que cabe destacar un interesante símbolo utilizado por los canteros medievales: la llave, localizada en múltiples lugares, incluidos templos, sirviendo como ejemplo significativo el gran parecido que guarda con aquellas otras labradas con cierta abundancia, en los muros de la iglesia de Santiago, en la localidad oscense de Agüero.
Resulta interesante reseñar, llegados a este punto, que muchas de estas marcas de cantería y de estos símbolos, extraños a priori, guardan relación con antiquisimos alfabetos, como el rúnico o futhark, siendo reseñable la abundancia de marcas con forma de pata de oca -la mística runa de la Vida- que se encuentran en numerosos lugares, conformen o no éstos parte del Camino de Santiago. Quizás sea éste uno de los símbolos más universales y esotéricos de cuantos se puedan encontrar, habiéndonos dejado el Arte una de las muestras más significativas en el famoso Cristo renano del siglo XIV que se encuentra en la iglesia del Crucifijo de Puente la Reina, en tiempos denominada de Santa María de los Huertos. A este respecto, cabe añadir un no menos interesante dato: en sus inicios, y hasta su disolución, ésta iglesia perteneció a la Orden del Temple.
¿Hemos de suponer, pues, que también existe una relación o vínculo entre el tema que nos ocupa y las formas artisticas, en sus múltiples manifestaciones?. Yo así lo creo...


(1) Para quien desee ampliar este dato, añadir que estas marcas se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico de Madrid, y están divididas en tres épocas: marcas de la primera época (1760-1783); marcas de la segunda época (1784-1803); marcas de la tercera época (1804-1808). Además, se recomienda la lectura del libro de Mª Jesús Sánchez Beltrán, 'La porcelana de la Real Fábrica del Retiro', editorial Electa España, S.A., 1998.

Comentarios

  1. Hola! Por fin me he podido dar un vuelo por tú nuevo blog y sabes ¡Cómo anillo al dedo! Quien mejor que tú para hacer un blog de marcas ¡No se te escapa nunca detalle! Cuantas veces no he alucinado con tus videos, buscando señales, marcas ¡Enhorabuena! Y aquí tu fiel bruja seguidora. Besos.

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  2. Hola, bruja. Ya se te echaba de menos por aquí. Seguro que algunas marcas se escapan, aunque agudices mucho la vista. Ahora bien, lo realmente difícil está en interpretarlas. Ese sí que es el reto. Navegando, pues, por los turbios mares de la Historia y el secretismo gremial. No sé yo qué tal marino resultaré, pero ganas...Un fuerte abrazo

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  3. Hola Juancar,leída la presentación y la entrada,ya me pongo a la cola de seguidores con el correspondiente enlace en mi blog.
    Tu iniciativa es innovadora,al menos en la web en España no veo nada parecido,por lo que creo que será muy bien recibida de todos los que se pirran por las marcas.
    Un abrazo

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  4. Hola, Rivi. Bienvenida a esta nueva aventura bloguera. Creo que lo importante es lo que podamos ir aportando cada uno, y espero que sea un pequeño trampolín para que la gente se anime y con su observación y sus fotografías, colaboren también a la hora de conservar estos testimonios que forman, ásí mismo, una parte importante de nuestra Historia y nuestro Patrimonio.
    Un fuerte abrazo

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  5. Tras felicitarte por este nuevo esfuerzo "bloguero", en el que deseo disfrutes con el tema tanto como tus lectores, me voy a meter donde no me llaman y poner un "pero".
    En el encabezamiento del blog, arriba a la derecha se lee un nombre en grandes letras: "Rafael Alarcón Herrera", y dicho nombre puede dar lugar, para los no avisados, a cierta confusión. Se pudiera creer que hace referencia al nombre del autor del blog, cuando en realidad se refiere al autor del párrafo que figura bajo la fotocomposición que lo acompaña.
    Creo conocer un poco a ese escritor, poco amigo de publicidades, y seguro que se siente algo incómodo con esta presunta confusión, pues aunque siempre esté dispuesto a compartir con todos sus textos, y polemizar sobre ellos, si se tercia, gusta de que cada cual esté en su lugar y sea perfectamente reconocible.
    Disculpa que me haya metido, sin proponérmelo, a "abogado del Diablo", pues "Doctores tiene...", pero se que el señor Alarcón, con su timidez innata, sería incapaz de comentarte nada.

    Salud y fraternidad.

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  6. Conozco algo al señor Alarcón, y te aseguro, Maese Alkaest, que siento en el alma haber generado esta confusión. Nada más lejos de mi intención que intentar suplantar a una persona a la que quiero, que me honra con su amistad, a la que respeto, y por encima de todo, admiro. Quede en mi descargo, que lo hice con la mejor y más sana de las intenciones, sin ánimo de plagio y por supuesto reconociendo siempre a un Maestro cuando lo tengo delante. Mis más sinceras disculpas al Señor Alarcón, y un fuerte abrazo para ambos.

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  7. GRACIAS POR EL BLOG , SOY COLECCIONISTA DE MARCAS Y ME GUSTARIA CONOCER OTROS COLECCIONISTAS
    UN GRA ABRAZO

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  8. Pues encantado de tenerte por aquí y dispuesto para comentar e intercambiar marcas. Un abrazo

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