Los graffiti crucíferos de Jaramillo Quemado



'Paradójica en sus manifestaciones y desconcertante en sus signos, la Edad Media propone a la sagacidad de sus admiradores la resolución de un singular contrasentido. ¿Cómo conciliar lo inconciliable?. ¿Cómo armonizar el testimonio de los hechos históricos con el de las obras medievales?...(1)


Uno no puede evitar volverse aún más suspicaz que de costumbre cuando, por alguna de esas felices casualidades del destino -en las que, paradójicamente, no termino de creer- tiene la oportunidad de recorrer camino por una de las zonas más interesantes y mistéricas de ese solar idiosincrático que es la provincia de Burgos: la Sierra de la Demanda. Si bien sus diferentes administraciones territoriales, dejan generalmente un agradable sabor en el paladar -La Bureba, La Esgueva, La Ribera del Duero, Las Merindades...- la Sierra de la Demanda condiciona, y llegado el caso, subyuga. Historia y Leyenda se mezclan con una facilidad tan grande, que en ocasiones desarma el sentido de la objetividad, desafiando, de paso y con guante blanco, esa no menos tramposa cualidad humana que es la lógica. Un detalle aquí, otro más allá y aún un tercero entre aquél y este, donde el hombre y el tiempo se confabulan para que la prueba del carbono 14 no signifique absolutamente nada. Si ya de por sí, las marcas auténticas de cantería constituyen un universo paralelo con reglas propias y metafísico lenguaje de ave, aquéllas otras que, comúnmente solemos calificar como graffitis de peregrino, no le andan a la zaga. Nos los encontramos continuamente, y a veces, incluso, los miramos con desdén, pensando que no pasan de ser simples testimonios piadosos y apenas les prestamos atención. En la mayoría de los casos, los motivos se reducen a una representación crucífera, que puede tener unas connotaciones más simples o más complejas, si tomamos la forma como base: cruz griega, cruz latina, cruz monxoi, cruz patriarcal...En otras ocasiones, se puede constatar que a la supuesta fe, se le añade una cierta dosis de partidismo y se desvirtúan marcas originales que, quizás por su sentido, no voy a decir esotérico pero sí más complejo, no gustan u ofenden la ortodoxia implícita, que nada entiende de otros caminos espirituales que los estrictamente marcados por la iglesia de Pedro. El caso más corriente que se me ocurre, es el de una curiosa marca que seguramente todos conocemos: la pata de oca.
En el caso de la parroquial de Jaramillo Quemado, muy modificada por los avatares del tiempo y el capricho de los hombres, pocas marcas ecnontraréis en otro lugar que no sea su parte sur. Pocas originales y de cantero, a excepción de alguna flecha y poco más; pero sí observáreis numerosas cruces, incluída aquélla que, para doblar significado, se le ha añadido un aspa o cruz de San Andrés. Entre unas y otras, hallaréis, casi juntas en un determinado sillar, cuatro curiosas representaciones, que enseguida, por su forma, os llamarán poderosamente la atención: una cruz contenida en un círculo, con una basa rectangular. Idéntica forma, y aquí comienza el largo camino que conduce al universo de la conjetura, que el de las estelas funerarias medievales. Estelas que, como se sabe, conforman así mismo, todo un universo simbólico de primera magnitud.
Ahora bien, si en efecto se tratara de representaciones simbólicas de estelas, ¿qué significado podríamos darle?. ¿Quizás rememoran a aquéllos peregrinos amigos caídos en su viaje?. ¿Tal vez se trate, simplemente, de crismones?. He aquí, en mi opinión, un pequeño misterio. O quizás no sea tan pequeño.





(1) Fulcanelli: 'Las Moradas Filosofales', Editorial Plaza & Janés, S.A., 1972, página 61

Comentarios

  1. Los círculos crucíferos, antes de representar algún simbolismo judeo-cristiano, ya eran utilizados como símbolos solares. Representaciones de la energía y potencia del sol, como fuerza regeneradora y creadora de vida. Por eso se colocaba en las estelas celto-romanas, significando la energía vital a la que aspiraban las almas en el más allá, y la protección contra las antidades negativas del inframundo.
    Luego, la nueva religión, adoptó el símbolo sincretizándolo a sus necesidades teológicas, aunque para el pueblo llano, durante mucho tiempo, continuase teniendo su antiguo significado. De ahí, que se utilizara como talismán o amuleto, para protegerse de toda clase de males.
    El tema es más amplio, pero valga este pequeño apunte para aviso de navegantes.

    Salud y fraternidad.

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  2. Y por supuesto que quedamos avisados. Por eso siempre digo que 'son mundos que conducen a otros mundos', el simbolismo es un universo aparte en el que todo esta correlacionado y por muchas vueltas que le queramos dar a algo, siempre nos encontramos su génesis, aunque no acertemos a adivinar el origen. Un abrazo

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  3. Un pequeño apunte que es grande en contenido. Tomo nota, tomo nota.

    Abrazines

    *

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  4. Eso, toma nota tú también. Es difícil hacer que el Magistón se moje, pero cuando lo hace...es para escribir un libro. Un abrazo

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