Tras las huellas de los canteros medievales os desea una Feliz Navidad



Navidad. Una palabra que suscita las más diversas emociones, pero que, por una de esas incomprensibles costumbres que terminan creando hábito, todos, o casi todos, nos dejamos llevar, anteponiendo el corazón; tirando la casa por la ventana; sintiéndonos desgraciados, por no haber atrapado a ese Gordo escurridizo que todos los años nos dá con la puerta en las narices; lamentándonos, acongojados, por esa interminable cuesta de enero, que posiblemente este año, más que nunca, se nos convierta en el peor de los puertos que hemos de superar. Sobre todo, cuando somos conscientes de nuestra situación, y humanamente nos preguntamos, con la angustia a flor de piel, qué nuevas desgracias y estrecheces nos deparará el Nuevo Año.
Eso no quita para que, siendo igualmente objetivo, sea fiel a mi costumbre. Sobre todo, porque me siento agradecido a todos aquellos que seguís este blog y aguantáis estóicamente las parrafadas con las que, con más o menos frecuencia, os bombardeo, en este afán desinteresado por compartir experiencias de algo que, por su mediática naturaleza, nos parece, sencillamente, apasionante.
No puedo evitar caer, pues, un año más en la vanalidad y desearos, de todo corazón, una Feliz Navidad y un venturoso Año Nuevo, en el que ese trece, afortunado en los últimos sorteos, si no nos agracia con riquezas, al menos que sea benevolente y no nos depare más desgracias. Y caso de hacerlo, me pregunto, ¿no podríamos imitar a los canteros medievales y empezar a construir con fe una Catedral de la Esperanza, aportando, siquiera, y en la medida de nuestras posibilidades, unas migajas de Solidaridad?. Pensémoslo. Y como las antiguas hermandades de canteros, hagamos buenos esos tres conceptos que muchos estamentos, por desgracia, han olvidado: Fe, Caridad, Solidaridad.
Me despido hasta pronto, y desde luego, siempre amenazando con volver. Un fuerte abrazo para todos.


Comentarios

  1. Sigue con tus "parrafadas", que las aguantaremos con mucho gusto. Aunque sólo sea por el placer de polemizar con una mente abierta y deseosa de saber.
    El mundo de los misterios medievales necesita "locos" como tú.

    Salud y fraternidad.

    ResponderEliminar
  2. No será, desde luego, porque no hay cosas y temas interesantes sobre los que tratar y que, de hecho, necesitan salir de esa capa de ortodoxia y olvido que los mantiene condenados a un ostracismo sin sentido, cuando no interesado. Como decía Shakespeare en boca de sus personajes: 'hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que te puedas imaginar'. Que se yerre en la interpretación es otra cuestión, pero al menos, que nunca quede el mal sabor de boca de no haberlo intentado. Este año, prometo echar más madera. Y carburante hay. Te lo dice un loco de los Caminos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Canteros de Debod

Sepúlveda: el Santuario de las Patas de Oca

Cuando el Arte nos recuerda la genialidad de los maestros canteros